EL INSTITUTO DE HIGIENE DEL DR MURGA
Este impresionante edificio de estilo neoclásico estaba en la calle Marqués de Paradas nº 35, muy cerca de la antigua estación de Córdoba y pertenecía al doctor Leopoldo Murga Machado, Fundador del instituto de Higiene.
Este edificio, con vocación de templo romano, inspirado en el Museo Británico, fue construido entre los años 1905-1907 por el arquitecto Francisco Franco Pineda como residencia, clínica, laboratorio y dependencias científicas del doctor Murga, quien mandó su construcción como iniciativa privada.
La nave central estaba dedicada a trabajos de laboratorio, bacteriología y gabinete de consultas. En el pabellón de la izquierda estaba instalado el centro de electroterapia, y en el pabellón de la derecha, la sección de hidroterapia. Disponía de catorce cuartos de baño, dos de ellos de lujo. El precio de un baño corriente, incluida la pastilla de jabón era de una peseta. Algunos domingos los servicios prestados superaron los 200.
Su actividad se mantuvo vigente hasta el año 1938
El jardín del edificio estaba flanqueado por grupos escultoricos haciendo referencia a alegorias de la higiene y los baños . Estas esculturas, realizadas en piedra, fueron obra de Adolfo López Rodriguez, escultor sevillano de comienzos del XX. Además de estas alegorías, López tambien realizó para Sevilla la estatua del arzobispo D.Remondo (1923) para el pedestal del monumento a S. Fernando, en la plaza Nueva; en piedra artificial (o cemento coloreado) y la estatua de Francisco Pizarro, para el jardín delantero a la desaparecida Fuente de los Conquistadores de la Exposición Iberoamericana.
Desde su cierre en 1938 estuvo completamente abandonado, hasta que se ordenó su derribo en el año 1958, sin plantearse siquiera su restauración para adaptarlo a otros usos. Ni tan siquiera se conservaron las magníficas esculturas de su jardín, que fueron tristemente destruidas en el derribo. En su lugar se construyó un nuevo centro de salud.
El ambulatorio actual, que ocupa el solar del edificio se debe al arquitecto Fernando García Mercadal y se construyó entre la década de los 60-70. De lineas sencillas, resulta un edificio funcional, muy similar a otros ambulatorios construidos en esa época, como los de María Auxiliadora o el de la calle J. de Padilla, del mismo arquitecto.
A juzgar por las fotos del antiguo edificio y las del actual no es comprensible que pasó por la cabeza de los dirigentes de la época para desprenderse de este magnífico edificio, que hoy día sería único en la capital Hispalense, y que hubiese hecho de la calle Marqués de Paradas algo muy distinto a lo que actualmente es, en conjunto con la cercana estación de Córdoba.
Foto: El edificio durante las obras de demolición
Foto: El edificio actual recién inaugurado
Está claro que lo de hacer las cosas sin pensar no es algo nuevo. Aquí se lleva haciendo demasiado tiempo.
ResponderEliminarNo tenía ni idea de la existencia de ese edificio y conocerlo sólo me sirve para pensar que el de ahora es incluso peor.