jueves, 12 de agosto de 2010

EL EDIFICIO DE LA PLAZA DE SAN AGUSTÍN
(Anibal González y José Espiau)

Construido en 1905. Contó con la colaboración de José Espiau de la Coba y Anibal González. Al igual que el Café París, fue mutilado antes de derribarse. Tenía gran interés la silueta de la azotea al más puro estilo gaudiano.

Los proyectos fueron firmados por el maestro de obras José Espiau y fue construido para miguel Sánchez Dalp. La gestación del edificio tiene una curiosa evolución. Los primeros planos presentaban una fachada decimonónica, que fue después reformada por la decoración modernista, influida por los viajes de Sánchez Dalp y la participación de Aníbal González en el proyecto, el cual incluyo elementos del Art Noveau en la decoración.

El banco Bilbao, propietario del edificio, no tenia inconveniente en mantener el edificio, es mas, deseaba restaurarlo. El problema deriva de que se encontraba fuera de la línea de alineación de la ronda histórica por lo que la ley, según los criterios urbanísticos, obligaba a su derribo, no permitiéndose las obras de rehabilitación necesarias, ya que el edificio se había considerado parcialmente ruinoso según los arquitectos Fernando Villanueva y Gonzalo Díaz

La comisión de patrimonio artístico informó desfavorablemente del derribo, dadas las características de singularidad dentro del paisaje urbano y ser un magnifico ejemplo arquitectónico.

La petición de la licencia de derribo se produjo en septiembre de 1977, informe que denegó la comisión de patrimonio. Entonces los propietarios se dirigieron al ayuntamiento para que autorizara la consolidación de un edificio catalogado por cultura como interesante desde el punto de vista arquitectónico
El ayuntamiento pidió un informe al ingeniero director de tráfico y otro al arquitecto inspector de urbanismo, aunque desde un primer momento entre las dos opciones se inclinaba (a pesar de la comisión de patrimonio) por la demolición pura y simple, -demoler íntegramente y posteriormente construir un edificio de nueva planta en la línea prevista por el plan vigente del casco-

El ayuntamiento opta finalmente por el derribo, para aumentar en un carril por sentido la ronda histórica. La misma comisión de patrimonio termina por autorizar la demolición a favor del ensanche.
En Noviembre de 1978 ya apenas quedaba en pie ninguna pared de este edificio que perdimos para siempre

Estorbaba el edificio, y no estorban a la vista las farolas ''de autovía'' tan prolíficas en nuestra ciudad, que permanecen ahí colocadas desde la década de los setenta. No me ha sido posible encontrar fotos del edificio antes de que fuera mutilado, alisada su fachada y destruida su cornisa superior, pero podeis haceros una idea por el dibujo del mismo realizado por Espiau. Todas las instantáneas mostradas corresponden a su etapa final, previa a la demolición

Juzguen ustedes mismos en estas dos fotos, el pasado y el presente. ¡Cuánta Sevilla perdimos en los años 70!




No hay comentarios:

Publicar un comentario